El cañon del Ebro – PRC-BU 1

El sendero del Cañón del Ebro se encuentra marcado con las señales blancas y amarillas correspondientes a un pequeño recorrido, ya que su longitud ronda los 17 kms. Comenzamos este itinerario en Valdelateja, junto al panel que informa sobre la ruta. Debemos cruzar el puente, girar a la izquierda y llegar a la iglesia. Desde allí, una estrecha senda deja el Rudrón a la izquierda. Este río debe de sortear rocas formando vistosas cascadas y salvando el desnivel, antes de que sus aguas se incorporen a las del Ebro. Desde la estrecha senda por la que caminamos, y entre la espesa vegetación de ribera, podemos divisar en la orilla contraria la Ermita de Nuestra Señora de Ebro. Más adelante cruzamos el río por una pasarela y giramos a la derecha para bordear la vieja central eléctrica del Porvenir. Nuestro compañero de viaje, el Ebro, ahora a nuestra derecha nos conduce a Pesquera entre altas paredes rocosas, morada de una gran colonia de buitre leonado.
Podemos difrutar del espectacular paisaje durante varios kilómetros, hasta llegar a una chopera, donde el desvío izquierdo asciende a Pesquera. Ahora descubrimos este bello conjunto medieval, donde sus sólidas casonas lucen en sus fachadas espléndidos blasones. Antes de salir de Pesquera, frente al «Mesón del Cañón», podemos observar una curiosa inscripción y un escudo. Tras cruzar el puente ascendemos por la carretera y así llegamos a un cruce. A una escasa distancia, y en dirección al puerto de la Eme, parte a nuestra derecha el antiguo camino de Cortiguera. Vale la pena detenerse y admirar el pozo de San Vicente, cuyo arroyo finaliza su curso en el Ebro. Ahora el sendero se hace más ancho y la pendiente se incrementa. Llegamos a una ancha pista que, tras salvar un barranco, asciende y finaliza en el señorial lugar de Cortiguera.
Antes de abandonar este encantador rincón pasamos junto a la fuente y un monumental palacio. Emprendemos de nuevo la ruta, por un camino más ancho que se dirige hacia Valdelateja por la parte superior del Cañón. Desde distintos puntos de la ruta, la vista sobre el Ebro es única y seguro que nos impresionará. Tras caminar un rato, llegamos a un cruce donde el ramal derecho atraviesa un bosquete de encinas para descender después por un curioso y divertido camino antes de llegar al final de nuestro itinerario, Vadelateja.

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